martes, 11 de septiembre de 2018

"Mejor amigo"


        Estaba sentado en mi oficina cuando me llega una llamada sobre un nuevo caso que la policía no había podido resolver, sin problema alguno, acepté.
     Resulta que hace unas semanas ocurrió un asesinato en el museo de Ciencias Naturales. La víctima, un conserje llamado Raúl Hernández, de cincuenta y cuatro años,  contextura  robusta y pelo entrecano, fue encontrado  muerto en el baño de hombres  en el tercer piso.
El guardia, Ramiro Martínez, estaba haciendo su ronda de control al finalizar el cierre del día cuando vio una sombra que se dirigía apurada al baño de hombres.
De inmediato se encaminó hacia allá cuando fue embestido por una persona alta, totalmente tapada lo cual imposibilito saber a Ramiro si fue una mujer o un hombre. Ese mismo día hubo una excursión de una escuela llamada “Nueva Escuela del Sur (NES)”.
       Lucas Gómez, un alumno del colegio, era el sospechoso principal, ya que tenía muy mal carácter y había sido expulsado de varios colegios por actos violentos hacia sus compañeros. Además, una de sus compañeras le contó a la policía que lo había visto discutiendo con el conserje.  Minutos después de la llamada me dirigí al colegio para interrogarlos. Lucas me dijo que había estado con la profesora todo el día.
     Gabriel López, el otro guardia de seguridad, se encontraba en el museo en el momento del asesinato. Él había sido descartado, pero su situación se complicó cuando un policía encontró su tarjeta de identificación en el baño.  Gabriel  afirmó haberla perdido en la mañana.
     Él otro conserje, José Cifuentes, era el mejor amigo de la víctima y el último sospechoso debido a que las cámaras lo habían registrado entrando al baño con ropa negra, como Ramiro había visto al asesino.
     Luego de ir al colegio me dirigí al museo. Allí revisé las cámaras y descarté a Lucas luego de verlo hablando con la profesora. Por otro lado, la coordinadora me informó que en el horario del asesinato Gabriel estaba con ella.  José era la única opción que me quedaba, y la última vez que una cámara lo vio fue cuando se acercaba al conserje asesinado, a quien le tocaba limpiar los baños.
     Decidí contactar con los testigos. Los profesores afirmaban que Lucas en un momento desapareció y volvió tiempo después; luego se encontraban los guías de la excursión que afirmaban que habían visto a José manchado de sangre. Los alumnos, por su parte, aseguran haberlo visto en el baño de hombres.
     No estaba seguro que hubiera sido José.  Debía tener las pruebas suficientes para acusarlo.
     Un día después de mi visita al museo cité al conserje a mi oficina. Él me dijo que era incapaz de hacerlo, ya que lo quería mucho y lo conocía desde hace tiempo. También me contó que Raúl era el conserje favorito, y en ese momento me di cuenta que él le tenía cierta envidia por el modo en el que lo dijo.
     Cuando José se fue de mi oficina, llamé al jefe del museo para preguntarle cómo era el trabajo de los conserjes y quien lo hacía mejor. Él me contó que, sin duda, Raúl  era  muy superior y que estos últimos días mostraron cierto rencor y violencia entre ellos, pero que había decidido no darle importancia ya que eran muy amigos.
Al otro día fui a la casa de Gabriel y le dije todo lo que sabía, terminé consiguiendo que confesara que él había sido el asesino, que desde chiquitos le tenía envidia ya que siempre había sido superior a él y que había fingido ser su mejor amigo. Inmediatamente llamé a la policía y fue llevado preso.

Fin.